Alfabetizadores por Convicción celebran 30 años de actividades en Cuetzalan
Por : Martín Hernández Alcántara
La cooperativa Tosepan Titataniske de Cuetzalan del Progreso fue este fin de semana anfitriona de una celebración singular: el 30 aniversario del movimiento de Alfabetizadores por Convicción, una reunión de varias generaciones de hombres y mujeres de diferentes partes del país, entregados a la tarea de enseñar a los adultos de comunidades rurales e indígenas que no saben leer ni escribir, pero que también aprenden lecciones de vida de sus pupilos, en una relación que no tiene otro propósito que la solidaridad y el intercambio mutuo de experiencias humanas.
Los asistentes, de prácticamente todas las edades –pues muchos de los alfabetizadores llevaron a sus descendientes y varios de estos descendientes también han alfabetizado– coincidieron en diversos momentos y tonos que las tareas de apoyo al prójimo establecen relaciones entre las personas que mucho ayudan en momentos como este, cuando la espiral violenta del país ya ha destruido en algunas entidades de la República buena parte del tejido social.
Hasta la sede central de la sociedad de cooperativas indígenas llegaron el sábado profesores estudiantes y ex alumnos de la Universidad Autónoma de Puebla, el Colegio Madrid, el Centro Freinet Prometeo, el Colegio Bilbao, el Colegio de Bachilleres Logos, el Instituto Luis Vives y el Colegio Lancaster, el Centro para el Desarrollo Comunitario AC, el Instituto Escuela del Sur, el Liceo Michoacano, la Comunidad Educativa Montessori y el Centro de Integración Educativa Sur.
Destacaron los alfabetizadores del desaparecido Centro Activo Freire, precursores de las campañas.
Como invitados especiales estuvieron, entre otros, el ex candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien siendo gobernador de Michoacán apoyó la primera campaña de alfabetización en 1982, llevada a cabo en San Jerónimo Purenchécuaro y y San Andrés Tziróndaro.
También acudió la periodista Carmen Aristegui, quien es la madrina de la primera generación de alfabetizados en el municipio de Puebla por parte del centro Universitario de Participación Social de la máxima casa de estudios de la entidad, así como las cubanas Zoveida Suárez Portuondo y Carmen Fernández Ruiz, del Instituto Pedagógico Latinoamericano Caribeño, quienes estuvieron a cargo de ese proyecto realizado por el ayuntamiento capitalino que encabezó Enrique Doger Guerrero hace dos trienios.
Hortensia Fernández Fuentes, del Centro Freinet Prometeo, quien ha sido asesora pedagógica de las campañas de alfabetización durante estas tres décadas, también acudió a Cuetzalan, lo mismo que el caricaturista Rafael Barajas, “El Fisgón”.
“Estamos aquí reunidos los alfabetizadores por convicción, los que no recibimos becas ni dinero ni reconocimientos, los que lo hacemos por el gusto”, expresó Aurelio Fernández Fuentes, director de esta casa editorial y quien, junto con Jorge Martínez “El Chale”, fue el iniciador de las campañas de alfabetización.
Jorge Martínez “El Chale” fue el primer orador de la tarde. Con un texto que hablaba sobre hechos cotidianos que demuestran la dualidad de la vida, recordó que los alfabetizadores se convirtieron en aprendices: para preparar los materiales, para trazar las rutas, para resolver los problemas de la existencia diaria, a comprender la vida de las personas a las que enseñaban y que los hospedaban.
Se refirió al espíritu crítico de los alfabetizadores y resaltó que no hay en ellos un interés económico :“la recompensa no suena en metálico sino en la satisfacción que deja la experiencia”, advirtió.
Jorge Pedrajo, director del Centro Universitario de Participación Social de la Universidad Autónoma de Puebla (CUPS), se refirió a la campaña de alfabetización que se realizó en 2006 en el municipio de Puebla, durante la gestión de Enrique Doger Guerrero y resaltó la vinculación que los alfabetizadores de la máxima casa de estudios tuvieron con sus colegas cubanos, quienes les compartieron el método Yo Sí Puedo, que hizo de Cuba un territorio libre de analfabetismo.
Zoveida Suárez Portuondo explicó que el método Yo Sí Puedo que se aplicó por primera vez hace 51 años, en 1961, en Cuba, y señaló que cuando fueron requeridos los servicios del Instituto Pedagógico Latinoamericano Caribeño para la capital poblana, a veces el rigor que se aplicó a los alfabetizadores poblanos fue mucho porque se tenía que cumplir una meta que a la postre llegó incluso a superarse.
La especialista cubana felicitó a la Universidad Autónoma de Puebla por ser “la única universidad en México” que en verdad se ocupa por las tareas de alfabetización.
A nombre del rector de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), Enrique Agüera Ibáñez, Jorge David Cortés Moreno, director de Comunicación Institucional, manifestó en su discurso que la vocación de servicio de la institución se ve precisamente reflejada en actividades como la alfabetización y también felicitó a los integrantes del Centro Universitario de Participación Social y particularmente a Jorge Pedrajo, por los 10 años que han dedicado a la tarea de enseñar a los adultos.
Hortensia Fernández se refirió a los retos que supone hoy la tarea de alfabetizar, y manifestó su preocupación por el regreso de tendencias y prácticas autoritarias y antidemocráticas que se pensaban superadas en el país.
En un breve discurso, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano señaló que tal vez la más importante experiencia de la alfabetización es la que adquieren los alfabetizadores, pues aprenden de sus pupilos a conocer un mundo de esfuerzos, de carencia y ese conocimiento genera la conciencia que más tarde los hace luchar por mejorar las condiciones de justicia y equidad en el país.
Finalmente, Carmen Aristegui felicitó a los alfabetizadores y consideró que ellos son una muestra “de lo mejor que tiene este país”.
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