Maestra por vocación, forjadora del futuro.

Martes 20 de Diciembre de 2016
Indira López Karell / Radio Cadena Agramonte.

Foto: Orlando Durán Hernández

Con apenas 14 años de edad, la camagüeyana Carmen Fernández Ruiz integró el grupo de jóvenes que impulsados por la loable vocación del magisterio, y en respuesta al llamado del Comandante en Jefe Fidel Castro, se incorporaron a la Campaña de Alfabetización en el año 1961, devenida la obra cultural más importante de Cuba y Latinoamérica.

Carmencita, como cariñosamente le llaman sus amigos y colegas, rememora momentos de su vida que, aún a la distancia de 55 años, atesora en la memoria: “A fines de 1960 me encontraba cursando el noveno grado en la Secundaria Básica Esteban Borrero de la ciudad de Camagüey, hoy Ciudad Escolar. Todavía recuerdo el llamado de Fidel para prepararnos y alfabetizar donde fuese necesario.

“A los pocos días de la convocatoria decidí emprender la marcha hacia la Sierra Maestra para formarme como Maestra Primaria. Hice las pruebas de ingreso y fui seleccionada para estudiar en San Lorenzo, Sierra Maestra. Tengo el honor y la dicha de representar el primer grupo de maestros convocado por el Comandante en Jefe.

¿Qué experiencias conserva de su labor como alfabetizadora en la Sierra Maestra?

“Más de 300 jóvenes nos convertimos en alfabetizadores en la Sierra Maestra, cuando nuestras edades oscilaban de 13 a 16 años. Recibíamos las clases por la mañana en el Campamento y en la tarde nos dirigíamos a la zona donde llevábamos la enseñanza a esas personas, campesinos en su mayoría, a veces enfrentando todo tipo de condiciones naturales y climatológicas. Yo alfabeticé en un lugar que se llamaba “El Ají”, a un matrimonio de campesinos y su hijo.

Fue realmente gratificante ser parte de ese proceso, verlos poner su nombre, escribir sus primeras palabras, redactar sus primeras oraciones.

Todavía me emociono al recordar esa etapa, algo que solamente Cuba ha sido capaz de materializar, como lo vaticinara nuestro Comandante en Naciones Unidas, al expresar que seríamos el primer país en América en declararse libre de analfabetismo, y así se cumplió”.

¿Qué sucedió tras sus primeros pasos en el Oriente cubano?

“Después de esos primeros pasos como alfabetizadora en San Lorenzo, Sierra Maestra, del año 1961 a 1963 me fui para Topes de Collantes.

"Posteriormente me convertí en maestra del Plan Makarenco. Todavía recuerdo que el 2 de diciembre de 1965 fue nuestra graduación como Maestros Primarios en el Estadio Pedro Marrero, donde fui seleccionada dentro de los 50 mejores expedientes.

"Al concluir estuve alfabetizando a los desmovilizados del Ejército Rebelde en un lugar conocido como Caney de Las Mercedes, en Bartolomé Masó”.

La Campaña Nacional de Alfabetización multiplicó su esencia y la mayor de las Antillas se extendió en la cruzada contra la ignorancia. ¿Cómo llega Carmen al “Yo sí puedo” en México?

“Después de varios años ejerciendo el magisterio, a partir del año 2005 fui llamada a trabajar en México con la campaña de alfabetización Yo sí puedo. Primero estuvimos colaborando en el estado de Nayarit y después en Puebla.

"Fue una experiencia también muy valiosa, pues la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla se convirtió en el único centro de ese tipo en el mundo que ha asimilado y liderado un programa de alfabetización, donde con esfuerzo y consagración logramos alfabetizar a ocho mil 567 pobladores de los más inhóspitos lugares de esa nación”.

A 55 años de la Campaña de Alfabetización, Carmen Fernández Ruiz ha conquistado con su empeño un sólido prestigio entre educadores, estudiantes y padres, gracias a su superación, disciplina, creatividad y amor; cual forjadora del futuro de hombres y mujeres de bien.